LA BATALLA DE ROCROI. AUGUSTO
FERRER-DALMAU.
Toca renovar el blog, que está un poco abandonado. Pero vuelvo con fuerza, con un
artista contemporáneo realmente impresionante. Se trata de Augusto
Ferrer-Dalmau Nieto, autor de la pintura de la Batalla de Rocroi titulada
“Rocroi, el último Tercio”.
AUGUSTO FERRER-DALMAU NIETO
El artista del
que me voy a ocupar en esta entrada es Augusto Ferrer-Dalmau Nieto, heredero de
la corriente del realismo pictórico catalán. Nacido en 1964 en Barcelona, pero
en la actualidad residente en Valladolid, es un artista contemporáneo con una
producción artística bastante amplia. Focaliza sus temáticas en dos elementos:
paisajes urbanos y pintura ecuestre de carácter militar.
Cuenta en su
currículum con exposiciones en los principales centros artísticos del mundo,
como son Londres, París, Madrid o Nueva York. Destaca el uso de sus pinturas
como ilustraciones de publicaciones tanto de arte como de historia. Su obra
puede encontrarse en diferentes museos españoles (Museo Histórico Militar,
Museo de la Guardia Real) y en variadas colecciones particulares.
En cuanto a la
técnica, cabe destacar la maestría del artista. Su pintura de tintes
escenográficos consigue emocionar y despertar el sentimiento del espectador
mediante elementos puramente técnicos, utilizados con una gran calidad
estética: perspectivas, iluminaciones, calidades, encarnaciones, etc.
Ya se ha dicho
que Ferrer-Dalmau es heredero de las corrientes de fin de siglo XIX y del siglo
XX, con especial interés por el realismo catalán, las recreaciones históricas y
el paisaje como género pictórico. Estas corrientes han sabido sobrevivir en el
tempestuoso mundo de las vanguardias que se vienen sucediendo desde el siglo
XX, contando con Augusto Ferrer-Dalmau como uno de sus principales valedores.
Personalmente,
y basándome en su interés por las corrientes catalanas de los siglos XIX y XX,
me gustaría hacer una pequeña referencia a los pintores Santiago Rusiñol y
Ramón Casas. Ambos pertenecen a este periodo de cambio de siglo en el ámbito
catalán pero con relaciones con París y sus vanguardias. Rusiñol tendía hacia
una pintura simbolista y de paisajes, siendo muy conocidos sus paisajes;
mientras que Casas se acercaría a un estilo académico histórico pero con tintes
impresionistas, lo que derivaría en el modernismo catalán. Si mezclamos el
paisajismo de Rusiñol y el academicismo de Casas, obtenemos el caldo de cultivo
idóneo para servir de antecedente, de modo lejano y ligero, a Ferrer-Dalmau.
Si nos
centramos ahora en analizar someramente la producción de Ferrer- Dalmau veremos
que gira en torno a los dos bloques que se han mencionado previamente. En mi
opinión ambos bloques se pueden poner en relación con dos artistas punteros.
Respecto al
realismo aplicado a la temática de los paisajes urbanos, es obligada la
referencia a Antonio López, el más afamado pintor de esta corriente. Con él
Ferrer-Dalmau tiene en común unas vistas de Madrid, con un aspecto bastante
similar.
Centrándonos
en el segundo bloque, la pintura ecuestre militar, no podemos obviar como
precedente de manera clara y evidente la figura de Josep Cusachs, pintor
catalán de finales del siglo XIX. Cusachs compaginó sus estudios en la Academia
de Artillería con su formación y producción pictórica con temática
histórico-militar y la especial presencia del caballo. Su estilo, como le
corresponde a un hombre de su época, se adecuaba al realismo catalán pero
completamente abierto a las vanguardias. No se decantó por ninguna de ellas,
sino que tomaba elementos aislados que le servían para enriquecer su estilo
propio. La Sala Parès de Barcelona fue el principal punto de exhibición de su
obra, como también pasaría con Rusiñol y Casas.
ROCROI, EL ÚLTIMO TERCIO
La obra que
centra esta entrada del blog es “Rocroi, el último tercio”, realizado en el
2011. Una obra que implicó una gran labor de documentación, incluso surtiéndose
de réplicas del armamento original para ser completamente fiel a la realidad.
El autor nos cuenta parte del proceso de elaboración en su blog.
Antes de
hablar de aspectos artísticos voy a hacer un pequeño resumen de lo que fue la
Batalla de Rocroi y de su relevancia histórica. Fue una batalla que tuvo lugar
durante la Guerra de los Treinta Años, entre Francia y España, en 1643. Luis II
de Borbón-Condé al mando de las tropas francesas derrotó a los tercios de
Flandes españoles a las órdenes de Francisco de Melo. Las consecuencias de esta
derrota fue el inicio de la ruina de los tercios españoles, que a pesar de que
no fue su primera derrota sí que fue la que denostó su imagen en ámbito
europeo. Supuso además un cambio en el papel hegemónico de España en Europa, a
favor de Francia.
Es obvia la identificación
de esta obra con el cuadro de la Rendición de Breda del maestro barroco Diego
Velázquez, principalmente por la iconografía. Aunque en un análisis más
profundo, entrando en la disciplina iconológica, podemos ver que son bastante
diferentes. En la obra de Velázquez la actitud de los protagonistas es casi
amistosa, mientras que en la imagen de Ferrer-Dalmau la actitud es de desafío,
de enfrentarse con honor a la muerte segura, puesto que era el último tercio
español de la batalla, dominada por las tropas francesas.
En la obra de Ferrer-Dalmau los escorzos
de los caballos, instrumentos musicales y las lanzas en la parte superior
consiguen crear una perspectiva en la que el ambiente tiene unos tintes
grisáceos, igual que el cielo de fondo. Las masas resultan equilibradas en la
composición, tanto en las posiciones como en las gamas cromáticas empleadas,
aportando un encuadre un tanto fotográfico. Sobretodo destaca la maravillosa
consecución de las calidades de las armaduras, que convierten a la obra en una
pintura preciosista, junto con las banderas de los tercios ondeando, mostrando
el valor de los militares allí presentes. Por no convertir esta entrada en una
sucesión de alabanzas al cuadro, lo que menos me gusta es la caracterización de
los personajes, desde mi punto de vista algo fría. Pero es simplemente una
apreciación dentro de una obra maestra.
A modo de
anécdota es curioso hablar sobre la especial relación que guarda este cuadro con
el escritor Arturo Pérez-Reverte. No solo porque escribiera el prólogo al libro
explicativo de la obra, ni porque escribiera además un artículo sobre la figura
del perro que centra las miradas del cuadro, sino por su conexión con la película Alatriste, basada en las novelas del autor. En dicha película, la escena final se asemeja visualmente al cuadro de Velázquez pero ambientado en la batalla de Rocroi, donde el último tercio español destrozado rechaza una rendición para morir luchando.
Como
conclusión puedo decir que es una obra impresionante cuando se ve al natural,
que nos remite a un artista con gran talento, pero poco conocido socialmente
por la temática de sus obras. Completamente recomendable acercarse a la obra de
Augusto Ferrer-Dalmau.
Fuentes y sitios de interés: